Miguel Ríos, 'En el parque'
Tanta ilusión le ha hecho a este chaval la apertura del Parque Norte, que ha desarrollado dos brazos adicionales para poder jugar el doble en los columpios. Es uno de los efectos que ha provocado en la población el retraso de dos décadas que ha arrastrado el proyecto hasta que, por fin, se ha podido abrir.
Ahora los ubetenses tendrán que desarrollar dos ojos adicionales, porque no hay farolas; una segunda capa de piel, porque no hay sombras; y una vejiga supletoria, porque no hay aseos.
3 comentarios:
Este fin de semana se esperan los tan ansiados, para algunos, cuarenta grados: nos vemos en el parque para tomar el fresquito.
Un abrazo, Alberto.
Y ni siquiera se han dignado en poner un kiosco para tomar una cerveza. Si es que no están en los detalles importantes.....
¿Sabes como hubiera hecho yo el Parque Norte?. Como el Parque Genovés (imagino que lo conoces). Sería genial.
Aquí parece que no gustan las selvas, somos más de secano.
Chapuzas, Alberto, eso es en lo único que son expertos. No pueden plantear hacer alguna vez algo en condiciones, aunque tengamos que esperar para verlo cerca de dos décadas, ¿no?.
Un abrazo.
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