domingo, 14 de noviembre de 2010

LÍNEA ENTRE LA DESESPERACIÓN Y LA NADA


Menuda racha. Aún sin reponerme del accidente del viernes en Úbeda, hoy he tenido el peor despertar que uno puede tener un domingo por la mañana. Desde el otro lado del teléfono me decían que tenía otra colisión de dos vehículos con víctimas en mi zona. Esta vez no he encontrado coches destrozados, ni Guardia Civil, ni ambulancias, ni caras desencajadas entre el personal de asistencia... sólo una línea dejada en el asfalto por el frenazo de unos neumáticos, una macabra línea que separó en un instante la desesperación y la nada. Y alrededor, un quitamiedos roto, manchas de aceite y gasolina, y una cuneta plagada de restos minúsculos de metal y cristal. En la foto aparecen también los compañeros de Canal Sur, con los que he coincidido en el lugar de los hechos.

En este caso, la peor parte ha llegado después, en una parada en Peal de Becerro, de donde eran las víctimas. Siempre es duro conocer la historia que hay detrás de las iniciales de un parte de sucesos: una joven de 23 años y un matrimonio, 27 años él y 25 años ella. Y ella, además, a punto de dar a luz, pues estaba embarazada de casi 9 meses. Ha sobrevivido una cuarta persona, un joven de 19 años.

La que terminó ayer fue la peor semana de lo que va de año en las carreteras de la provincia de Jaén, pues se llevó a 7 personas.

1 comentario:

E. Santa Bárbara dijo...

Cuando mi mujer está de guardia duermo poco, (a pesar de que ya son muchos años con la misma historia) y sobre la 7 de la mañana he escuchado en la radio lo del "accidente en Cazorla". En Cazorla estaba mi mujer de guardia y he comenzado a preocuparme, porque también los médicos son personas y sufren, por muchos años de servicio que lleven a sus espaldas.

Al final los medios se han equivocado y han acudido al lugar sus compañeros de Peal de Becerro. Uffffff.

Dice la prensa que los dos pealeños "venían de fiesta". La juventud, las fiestas y la madrugada son una mezcla explosiva.

Las otras dos víctimas, muerta y herido, También eran jóvenes (23 y 19 años). Para ellos era también de madrugada. No sé si venían de fiesta.

He pasado por el lugar, en dirección a Córdoba, a la misma hora en que has tomado la foto. He sentido escalofríos.

Descansen los tres en paz.