Antonio Vega y Enrique Urquijo, más triste imposible.
Los despachos de los grupos políticos suelen mostrar montones de archivadores, montones de papeles, montones de periódicos, montones de promesas incumplidas... Y en algunos casos, entre tanta cosa amontonada, es posible encontrar un montón de objetos curiosos. Así me ocurrió en el despacho del PA.
Por ejemplo, sobre unos documentos, localicé un martillo (foto de arriba). Quizá haga las veces de pisapapeles, o estará allí para cuando hay que intentar cuadrar los presupuestos (a golpetazo limpio), e incluso para simbolizar (o hacer realidad) los golpes que hay que dar desde la oposición al equipo de gobierno. Aunque también es posible que, como éste era antes el despacho de IU, sus anteriores inquilinos se llevaran la hoz y olvidaran el martillo (al igual que dejaron alguna pegatina en los bajos de la mesa).
No obstante, lo que más me llamó la atención fueron dos adornos que había en una estantería (foto de abajo). Está claro que no son sujetalibros, pues si lo fueran cumplen muy mal su función (en todo caso serían apoyalibros). Y deben tener algunos añitos pues, aunque Chaves aún permanece, Felipe hace tiempo que está quitado de la circulación.
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