Soy un artista, como dicen los Siniestro Total.
El Museo Arqueológico acoge una exposición del ubetense Ramón Garrido, con la que celebra sus 25 años de trayectoria creativa. Y claro, va en la línea de lo que lleva haciendo ya un cuarto de siglo. Lo suyo son lo que se conoce como instalaciones. Y como la mayoría de éstas, hacen cuestionarse si se trata de obras artísticas o de cualquier otra cosa.
Una bombona y una papelera antigua con clavos pegados por el efecto de un imán, restos de obras, materiales de construcción, un balón de reglamento destrozado y con chinchetas clavadas, cosas viejas, un pinete, distintos materiales reciclados, cajas usadas o lo que se ve en las fotos son algunas de las creaciones que se entremezclan con las piezas del museo, e incluso, a veces, comparten vitrina. Todo ello impacta en el espectador, a veces para bien, a veces para mal. El hecho es que nadie queda indiferente.
De esta forma, no es raro que se produzcan confusiones. En la inauguración, la anécdota la protagonizó el compañero fotógrafo David Cabezas. Frente a la puerta del museo, y a modo de recibimiento, el autor colocó una de sus obras, a saber: dos sillas hechas polvo cubiertas por OPNIS (Objetos Plásticos No Identificados). Y el amigo Cabezas, creyendo que se trataba de un indicativo casero para anunciar que al día siguiente se iba a poner allí un contenedor de escombro o una hormigonera, no dudó en aparcar su moto en mitad de la instalación artística. Así, hoy por hoy, no hay quien dude que David y su moto tienen mucho arte.
2 comentarios:
Son muchos sentimientos que tratan de ser expresados,es todo un mundo de omplejidades que quiere tener ecos reales.Llámese arte o ...
Lo bueno de todo esto es que cada uno puede sacar sus interpretaciones, sus conclusiones.
¡¡¡Viva la libertad!!!.
Saludos.
Publicar un comentario