Su nombre era María José Cortés Pérez, aunque su gente la llamaba Josefina. Era de Úbeda. Tenía sólo 38 años. Y era bombera, la primera y única bombera de Úbeda. El martes, a mediodía, falleció después de demasiados meses haciendo frente con todas sus fuerzas, que eran muchas, al peor de los fuegos que le puso la vida en su camino, el que prendió dentro de su cuerpo el cáncer, enfermedad incendiaria donde las haya que incluso quema en la boca con sólo pronunciarla.
Aunque en ocasiones pudo parecer extinguida, siempre quedaban rescoldos y continuamente la enfermedad encontró la forma de avivarse y de extenderse, calcinando todo lo que tocaba. No funcionaron las alarmas, ni los cortafuegos, ni los sistemas de prevención de los hábitos más que saludables de Josefina, que siempre estuvo entregada a la dieta sana y al ejercicio. Tampoco funcionaron los dispositivos de extinción puestos en marcha desde el ámbito sanitario. Y las llamas, violentas, finalmente vencieron, consumiéndole la vida, reduciendo a cenizas su lucha y la de quienes la querían.
Fuego y cáncer, duro y certero paralelismo que comprenden perfectamente quienes han tenido cara a cara alguna de estas dos fuerzas tan destructoras como traicioneras, pues ante ellas no te puedes descuidar ni un segundo. No debes darte la vuelta, ni siquiera para mirar atrás un momento, pues corres el riesgo de verte rodeado o de recibir directamente una llamarada. En ambos casos, ante el fuego y ante el cáncer, Josefina siempre luchó de frente.
Coincidimos muchas veces, normalmente en ocasiones algo trágicas, ella con su uniforme y su casco de bombera y yo con mi cámara y mi bloc de periodista. Siempre fue un encanto. Y hoy no puedo más que agradecerle públicamente su disposición y colaboración, como ya lo hice en persona, y transmitirle a su familia y a sus compañeros mi más sincero pésame. Sirva como recuerdo esta entrada en el blog, la foto que la ilustra y el artículo completo publicado hoy en Ideal que podéis leer pinchando AQUÍ.
Se te echará de menos.
Aunque en ocasiones pudo parecer extinguida, siempre quedaban rescoldos y continuamente la enfermedad encontró la forma de avivarse y de extenderse, calcinando todo lo que tocaba. No funcionaron las alarmas, ni los cortafuegos, ni los sistemas de prevención de los hábitos más que saludables de Josefina, que siempre estuvo entregada a la dieta sana y al ejercicio. Tampoco funcionaron los dispositivos de extinción puestos en marcha desde el ámbito sanitario. Y las llamas, violentas, finalmente vencieron, consumiéndole la vida, reduciendo a cenizas su lucha y la de quienes la querían.
Fuego y cáncer, duro y certero paralelismo que comprenden perfectamente quienes han tenido cara a cara alguna de estas dos fuerzas tan destructoras como traicioneras, pues ante ellas no te puedes descuidar ni un segundo. No debes darte la vuelta, ni siquiera para mirar atrás un momento, pues corres el riesgo de verte rodeado o de recibir directamente una llamarada. En ambos casos, ante el fuego y ante el cáncer, Josefina siempre luchó de frente.
Coincidimos muchas veces, normalmente en ocasiones algo trágicas, ella con su uniforme y su casco de bombera y yo con mi cámara y mi bloc de periodista. Siempre fue un encanto. Y hoy no puedo más que agradecerle públicamente su disposición y colaboración, como ya lo hice en persona, y transmitirle a su familia y a sus compañeros mi más sincero pésame. Sirva como recuerdo esta entrada en el blog, la foto que la ilustra y el artículo completo publicado hoy en Ideal que podéis leer pinchando AQUÍ.
Se te echará de menos.
6 comentarios:
Descanse en Paz.
Ser la pionera en un oficio habitual de hombres siempre dejará huella.
Aún recuerdo a la primera "alguacila" de Úbeda que imagino seguirá en activo aún.
Bonito recuerdo, que hace que nos llegue a los demás la tristeza de su ausencia, aún sin conocerla.
Descanse en paz.
Mi más sentido pésame a la familia y compañeros, en especial a su primi Trini, "la de Juan el pintor".
Peto´s, enhorabuena por tu magnífico artículo.
Es muy duro, cuando se trata de una persona tan joven.
Saludos
La persona mas maravillosa que he podido conocer, con valores y principios extraordinarios, enamorada de su vocacion de bombera, amante de la naturaleza y de la vida...Jamas conocerán a nadie como tu, por eso siempre estarás entre nosotros por ser UNICA en la Tierra. Gracias por estar en mi vida y enseñarme a vivirla como tu. Te veo en otra vida !! Te quiero Gordita...
Hermoso homenaje, Alberto.
Mi más sentido pésame por Josefina a su familia y amigos. Ánimo.
Hermoso memorial para el recuerdo de una mujer joven, cargada de esfuerzo y de sensibilidad. Te felicito y, aunque tarde, envío mi pésame a sus familiares.
Saludos cordiales.
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