'Aleluya', Enrique Morente.
Precisamente hace sólo unas horas, tomando unas cervezas en La Tertulia (Granada), recordaba a mis acompañantes cómo le conocí acodado en esa misma barra. Acababa de presentar el 'Omega', esa obra maestra adelantada a su tiempo en la que se disuelven y mezclan sin grumos los polvos mágicos de Lorca, Cohen, Lagartija, Tomatito, Vicente Amigo y el propio Morente. No podía irme de allí sin decirle que me había parecido increíble. Me dio las gracias y me respondió que lo realmente increíble era que un chaval tan joven (una vez lo fui), con poca apariencia de flamenco, le estuviera hablando como quien habla a una estrella de rock.
Pasado el tiempo, y ya en mi papel de informador, por Úbeda le vi un par de veces. Incluso le entrevisté. Y le recordé aquella escena en La Tertulia, reafirmando mi debilidad por aquel disco. Con su 'buena pata' habitual me dijo: «de haber sabido que ibas para periodista, te habría invitado a la cerveza». «Creo que lo hizo, maestro, porque con la emoción me fui sin pagar», le contesté. A lo que añadió: «pues menudo negocio hicieron ese día, porque si fue en La Tertulia supongo que yo tampoco pagué».
1 comentario:
Se fue un maestro y un tío sensacional.
Descanse en Paz.
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