miércoles, 9 de junio de 2010

MENUDO VIAJECITO



'Amsterdam', de Jacques Brel.


Pues resulta que tengo unos amigos que no me los merezco. A poco menos de tres meses de cierto enlace no se les ocurrió otra cosa que meterme por sorpresa en un avión (les faltó sedarme como a M. A. Barracus) y llevarme por la cara a Amsterdam. Ingenuo de mi, que me creía que iba a ver a Hannah Montana o a la playa de Málaga.

Uno no se da cuenta de lo que aquí nos falta y nos sobra hasta que no ve cómo funcionan otras ciudades. Y sin duda Amsterdam es un ejemplo a seguir en muchos aspectos. Por la experiencia inolvidable, por el buen rollo, por la gente, por el ambiente en los garitos, por los escaparates (ni la calle Nueva, oiga) y por quienes lo hicieron posible, no puedo más que poner unas fotillos de la ciudad a la que quisiera volver muy pronto.


3 comentarios:

loleison dijo...

Ea Petos, a la próxima yo me voy contigo.

Anónimo dijo...

Seguro que Amsterdam huele muy bien, ¿eh?

E. Santa Bárbara dijo...

Cuando tengas un rato, me pasas el móvil de esos amigos.

Saludos.