Besos de Judas de Sabina. Dale al play para oir la canción.
Parece ser que la tan cacareada crisis inmobiliaria no afecta a Judas. Aquí le vemos, en su trono de la Santa Cena, con su bolsa repleta de monedas recién cobradas, buscando una inversión segura. Y al pasar por esta casa en venta, no lo duda y se marcha hasta sin cenar. Suponemos que se levanta para ir rápidamente al registro a pedir una nota simple y a la notaría a firmar las escrituras. Aunque, conforme están las casas en el casco antiguo de Úbeda, difícilmente le llegará con 30 monedas de plata, y peor aún si tiene que hacer algunas reformas. Lo malo es que en el banco no le concederán la hipoteca porque, por su mala fama, no le será fácil encontrar un aval.