'Grita', de Melón Diésel.
Lo volvieron a hacer. Esos seis ubetenses (aunque faltó uno) que se hacen llamar Caballeros Veinticuatro (cada uno vale por cuatro, y seis por cuatro son veinticuatro) sacaron a la calle sus reivindicaciones sobre el patrimonio de Úbeda. Lo hicieron con nocturnidad, pero sin alevosía; con intereses, pero sin ser éstos partidistas; con crítica, pero sin ser destructiva. En definitiva, con socarronería, pero sin perder la buena pata.
En esta ocasión, dejaron sus pancartas, y los seis cirios que utilizan como firma, en Santa María, San Lorenzo y el Palacio de los Orozco, pidiendo en todos los casos que se haga algo de una vez para que el patrimonio histórico, monumental y arquitectónico no se pierda. «Seguimos esperando» se pudo leer en Santa María por sus interminables obras (ya son 26 años de cierre), «¿Se salvará de la quema?» se preguntó en un San Lorenzo que amenaza con derrumbarse, y «Esta casa es una ruina» se recordó en el cada vez más deteriorado y abandonado Palacio de los Orozco.
1 comentario:
Pienso que es un grupo de protestantes algo pequeño, aún así espero que se les haga caso porque detrás de ellos estamos muchos más ubetenses.
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