Javier Krahe. Insuperable.
El obispo visitó Santa María aunque no para dar misa, pues la iglesia sigue en obras y cerrada (ya van 25 años). Conoció el estado de la intervención e incluso dijo que 25 años, dentro de los muchos siglos de historia del emblemático templo, no es tanto tiempo. Tampoco es cuestión de ponerle pegas a unas obras en las que la Iglesia está invirtiendo poquito.
Curioso fue cuando, escuchando las explicaciones del jefe de obra, exclamó: «esto va muy deprisa». Y aunque, claro está, se refería a la intervención que actualmente se acomete en una de las capillas, algunos de los presentes no pudieron evitar soltar una carcajada (no diré quienes, aunque enumerando a los que no lo hicieron acabaríamos antes).
El hecho es que los obreros se prepararon para tan ilustre visita, e incluso tuvieron el detalle de tener una pequeña excavadora con la pegatina que se ve en la foto de abajo. Aunque quizá olvidaron tapar cierto relieve de contenido sexual (bastante explícito) que se puede ver en la imagen más inferior de este texto. Menos mal que el obispo no reparó en él.
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